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Leve baja en la actividad sísmica

Aun así los ciudadanos deben estar listos


Aunque parece que ha pasado mucho tiempo, fue el 7 de enero cuando un sismo de magnitud 6.4 despertó a Puerto Rico. Diariamente el suelo se mueve tanto en la falla del sur como en la del norte. Razón por la que este tema no debe tomarse a la ligera.

“La actividad sísmica en el sur ha ido decreciendo, pero sigue activa. Este comportamiento es típico de una secuencia sísmica, cuando ocurren terremotos significativos como los de diciembre 2019 y enero 2020”, indicó la Dra. Elizabeth Vanacore, investigadora asociada y profesora del Departamento de Geología del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico (RUM-UPR) y sismóloga de la Red Sísmica de Puerto Rico (RSPR). “Se espera que esta actividad sísmica siga ocurriendo y, probablemente, continúe en decrecimiento. Sin embargo, no se descarta que ocurra otro evento de igual o mayor magnitud, ya que el comportamiento de una falla sísmica no se puede predecir”.

Según muestra la gráfica provista por la doctora Vanacore, se sigue observando una gran cantidad de actividad sísmica desde el primer evento significativo ocurrido el pasado 28 de diciembre de 2019. Este comportamiento sigue la curva de Omori, nombrada así en honor al sismólogo japonés que desarrolló la ecuación para explicar el decaimiento de la actividad sísmica luego de un evento importante. La gráfica muestra la ocurrencia de eventos localizados como función de tiempo (eje horizontal).

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Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), Puerto Rico se encuentra donde la placa tectónica del Caribe se une con la placa de América del Norte, con la isla comprimida entre las dos placas. Los terremotos son comunes en Puerto Rico debido a su ubicación geográfica. Los terremotos se comportan de manera diferente a otras amenazas naturales, como inundaciones, huracanes o incendios forestales, ya que las secuencias de terremotos pueden durar semanas, años o décadas, en lugar de ocurrir como un solo evento o temporada.

A pesar del tiempo que ha pasado desde el terremoto más fuerte, no es posible descartar que no vaya a haber alguna otra actividad grande. “No es posible determinar si ya toda la energía acumulada ha sido liberada, para que, entonces, no ocurra otro evento equivalente. Del mismo modo, tampoco sabemos si aún queda energía acumulada en las fallas para que vuelva a ocurrir otro evento sísmico”, comentó el doctor Alberto López Venegas, sismólogo y catedrático del Departamento de Geología del RUM-UPR e investigador de la RSPR. “Por lo tanto, no se puede decir si va a volver a ocurrir otro terremoto fuerte en esa área. Puede ser el mes que viene, como puede ser dentro de 100, 500 o quizá más años”.

Una de las claves para enfrentar un posible terremoto es la preparación, haciendo los arreglos necesarios o reforzando las viviendas y edificios. “En la Red Sísmica de Puerto Rico siempre estamos monitoreando toda la actividad sísmica en y en los alrededores de Puerto Rico. Las fallas geológicas pueden generar terremotos fuertes semejantes o mayores a los del suroeste. Por lo tanto, lo primordial es estar preparados para cualquier terremoto, ya sea uno similar al del 7 de enero de este año o a los ocurridos en 1867 o 1918”, comentó el doctor López Venegas.

A través de todas las actividades que realiza la Red Sísmica con las agencias de manejo de emergencias, enfatizan en la importancia de la preparación, sobre todo de la educación. “Las personas deben desarrollar conciencia sísmica. Es decir, deben siempre tener en consideración cuál es el plan a seguir si ocurre un terremoto”, mencionó Gisela Báez-Sánchez, geóloga y auxiliar de Investigación III del RUM-UPR y coordinadora de la División de Análisis y Procesamiento de Datos Geofísicos de la RSPR. “La conciencia sísmica nos permite identificar salidas de emergencias, ubicación de extintores y de botiquines, así como los lugares seguros para protegernos en caso de un terremoto. También debemos contar con un plan de emergencia familiar que señale, entre otras cosas, el punto de encuentro y la persona contacto fuera de nuestra comunidad. Es fundamental que todos en el núcleo familiar conozcan el plan y lo practiquen. Además, debemos tener la mochila de seguridad y realizar simulacros de manera periódica”.

EN CASO DE TERREMOTO

  • Participa de ejercicios como el de tsunamis Caribe Wave (marzo); y el de terremotos Gran ShakeOut de Puerto Rico (octubre).

  • Revisa tu hogar para determinar posibles elementos estructurales que requieran corrección, así como los elementos no estructurales.

  • Toma acción sobre los elementos no estructurales, anclando muebles pesados al piso y las paredes, anclando los tanques de gas, colocando seguros a gabinetes y gavetas, y sujetando figuras, cuadros y espejos, por mencionar algunas acciones.

  • Los más importante es protegerte durante el terremoto y esto se logra con tres pasos simples: agacharse, cubrirse y sujetarse.

  • Se requiere permanecer en esta posición de protección hasta que deje de temblar y solo entonces poner en acción el plan de emergencia familiar.


 

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