Nueva esperanza en la terapia de profilaxis preexposición contra el VIH

Un estudio reciente revela que una inyección que se administra cada dos meses es tanto o más efectiva que el medicamento en píldora que se usa en la actualidad para prevenir el VIH


Mientras pareciera que todos los esfuerzos de investigación estuviesen centrados en la batalla contra el COVID-19, científicos de todo el mundo continúan investigando cómo tratar o prevenir otras condiciones de salud que siguen afectando a la población globalmente. Una de estas es el VIH.

De acuerdo con los datos más recientes del Sistema de Vigilancia de VIH/Sida de Puerto Rico, hasta el mes de marzo se habían reportado unos 11,160 de casos de VIH en la isla. La mayoría de los contagios ocurrieron en personas de entre 25 y 44 años. De otra parte, en Estados Unidos, la Fundación para la Investigación del Sida y el Departamento de Salud y Servicios Humanos estiman que 11 millones de personas viven con VIH en ese país, mientras que la Organización Mundial de la Salud señala que 37.9 millones de personas vivían con esa condición para finales del 2018 en el mundo. Es evidente que el VIH, el virus que causa el sida, continúa siendo uno de los retos de salud pública más apremiantes a nivel global.

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Por ello, aunque el anuncio reciente de un medicamento antirretroviral de acción prolongada que se administra en forma de inyección intramuscular cada dos meses y que, en un ensayo clínico a gran escala, probó prevenir el contagio del VIH en personas no infectadas, no se celebró con bombos y platillos. Ni siquiera ha sido publicado en una revista científica especializada o presentado en una gran reunión sobre enfermedades infecciosas. No obstante, ha sido bien acogido por la comunidad de médicos tratantes de VIH, quienes están esperanzados de que el medicamento cabotegravir pueda prevenir las infecciones por VIH en grupos de alto riesgo sin la necesidad de tomar píldoras todos los días.

Un estudio científico comparó la eficacia de cabotegravir versus tenofovir/emtricitabina (nombre comercial para Truvada, medicamento producido por la farmacéutica Gilead) como terapia de profilaxis preexposición (PrEP, por sus siglas en inglés) en 4,565 hombres que tienen sexo con hombres y mujeres transgénero.

Sin embargo, como explicó el doctor Iván Meléndez Rivera, principal oficial médico y de operaciones de Centro Ararat, Inc., hay varios detalles importantes de este estudio.

“Primero, este estudio no fue hecho por ninguna farmacéutica. Realmente, los Institutos Nacionales de la Salud otorgaron el dinero a través del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés) a un grupo que se llama HIV Prevention Treatment Network- HPTN (Red de Ensayos de Prevención del VIH)”, resaltó Meléndez Rivera, quien agregó que esta es una red mundial compuesta por médicos, educadores, científicos, microbiólogos y otros profesionales financiada por el gobierno federal y que establece y prueba la inocuidad y eficacia principalmente de intervenciones destinadas a prevenir la transmisión del VIH.

Según señaló el médico, a diferencia de los estudios que son realizados por farmacéuticas, los datos de este estudio y su evaluación pertenecen a la HTPN y a los NIH, mientras que la farmacéutica que proveyó el medicamento, ViiV Healthcare, se encargaría de su manufactura más adelante. ViiV es la única compañía farmacéutica 100 % dedicada al VIH y es una alianza entre Pfizer, Glaxosmithkline y Shinogi. Según comentó, aunque la compañía no se ha expresado sobre el posible costo de la nueva terapia inyectable, cuenta con un historial de ser una de las que provee un mayor acceso a sus medicamentos a los pacientes.

Otro aspecto importante, explicó el médico, es que los resultados del estudio denominado HTPN 083 fueron tan alentadores que fue detenido antes de tiempo, “ya que se descubrió que el cabotegravir era 69 % más efectivo que el medicamento que existe para prevenir el adquirir el VIH”, subrayó, al mencionar que lo que se ha dado a la luz pública es el primer análisis intermedio de los datos del estudio. La evidencia recopilada establece que, de las 4,565 personas utilizadas en la muestra, solamente 50 adquirieron el VIH. De estas 50, doce infecciones se dieron en el grupo que usó el inyectable, mientras que 38 fueron en el grupo que tomó la píldora diaria.

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Según explicó ONUSIDA, este análisis se adelantó unas semanas debido a la posible interrupción que la pandemia de COVID-19 podría causar a los procedimientos de ensayos clínicos. Por ello, la Junta de Monitoreo de Datos y Seguridad (DSMB) revisó los datos hasta marzo de 2020 y descubrió que los datos ya eran suficientes para mostrar que el cabotegravir era altamente efectivo y no inferior al régimen de PrEP oral actualmente recomendado.

“Este es un estudio doble ciego, o sea, que en ambos casos los participantes recibieron ambos una pastilla y la inyección, por lo cual nadie sabía quién estaba en Truvada y quién estaba en la inyección de cabotegravir. Este es otro detalle clave, porque a veces se pueden sugestionar y pensar que, si están en la inyección o en la pastilla, van a tener más beneficios, así que el que recibía la pastilla como medicamento, pues recibía una inyección de 3 cc de salina, y quien recibía los 3 cc de medicamento cada dos meses entonces se tomaba una pastilla de azúcar todos los días”, explicó el doctor Meléndez Rivera. Añadió que, “cuando deciden detener este estudio es para darle la oportunidad a todas aquellas personas que estaban tomando Truvada de que se pudieran cambiar a utilizar la inyección por el resto del tiempo que queda del estudio”. Por supuesto, en momentos de pandemia, esta es otra gran ventaja, describió el médico de Centro Ararat, Inc., quien indicó que se continúan recopilando datos para determinar la seguridad del medicamento a largo plazo, el cual se espera que esté disponible para el 2021.

No obstante, el doctor Meléndez Rivera hizo otra salvedad importante.

“Vamos a empezar mencionando que Truvada es efectivo, incluso, si buscamos en este estudio y hablamos de cualquiera de los dos productos, la efectividad de evitar el contagio fue de un 99 % porque estamos hablando de que solamente 50 personas de 4,565 se llegaron a contagiar, o sea que realmente la profilaxis preexposición es excelente”, enfatizó el médico, a la vez que destacó que una de las razones principales de este estudio es buscar alternativas que sean de uso menos frecuente para facilitar la adherencia y la comodidad de quienes reciben este tipo de terapia.

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“Esa es la razón por la cual se realizan estos estudios, porque tener que tomar todos los días una tableta cuando no padeces de ninguna condición es lo más fuerte y duro que nosotros encontramos como clínicos en nuestros pacientes”, manifestó Meléndez Rivera, al destacar que el Centro Ararat cuenta con la clínica de PrEP más grande en la isla.

Comentó Meléndez Rivera que le resulta interesante que este mismo medicamento, en combinación con rilpivirina, no fue aprobado como tratamiento por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) a finales del año pasado, pero ya se usa en Canadá. Sin embargo, confía en que, una vez se presenten los datos a la FDA, se aprobará de manera acelerada, como parte del compromiso gubernamental establecido en la campaña Ending the HIV Epidemic.

“Con mis años de experiencia, creo que va a tener una aprobación acelerada porque pararon el estudio antes de tiempo. Incluso, este estudio tiene una similitud enorme con el ACTG-076. Este fue el estudio en el cual se demostró que el AZT era efectivo para evitar la transmisión del VIH en los bebés”, comparó al recalcar que, como médico y científico, confía en que “la FDA le pueda dar una aprobación acelerada al producto debido al beneficio que tiene y que va acorde a los planes que tiene la nación americana de terminar con la epidemia del VIH”.

¿Cuáles son las implicaciones de este adelanto para Puerto Rico? Si bien el médico comentó que, aunque para algunas personas no hay tantos casos de VIH en la isla, “las implicaciones para nuestra isla van a ser excelentes una vez esté disponible este medicamento y tal vez va a ser porque el 66 % de las personas que usaron este medicamento eran hombres que tenían sexo con hombres y que tenían menos de 30 años. Esa es nuestra realidad de la gente que se infecta en Puerto Rico”, subrayó, al resaltar que “esta inyección fue estudiada en una población de alto riesgo y que no es asidua a estar tomando un medicamento”. Espera que, una vez esté en el mercado y con los esfuerzos de promoción adecuados, las personas en riesgo puedan ver esta terapia como una manera sencilla, junto con la modificación de ciertas actitudes, de evitar el contagio con el VIH. El estudio con la población de féminas (HTPN084) continúa activo ya que comenzó más tarde.

Si te vas a inyectar un medicamento cada dos meses que te va a prevenir que te contagies con el VIH, que es una enfermedad de por vida, realmente va a ser algo que nos va a ayudar a cumplir como isla a la meta de terminar la epidemia del VIH
— Dr. Iván Meléndez Rivera, principal oficial médico y de operaciones de Centro Ararat, Inc. principal oficial médico y de operaciones de Centro Ararat, Inc.

 

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