Enormes los desafíos de las empresas e industrias

Los duros golpes a la economía registran números rojos en muchas empresas que luchan por salir a flote


Encerrados para evitar el contagio y la propagación del COVID-19 y, por consiguiente, prácticamente toda la actividad económica detenida, muchos negocios se han visto afectados lastimando dramáticamente la maltrecha economía del país.

TURISMO

La llegada de turistas y visitantes ha sido casi nula desde que comenzó la pandemia, razón por la cual muchos hoteles, hospederías y paradores tuvieron que cerrar. A esto se le añade la paralización total de negocios de visitas guiadas, de los restaurantes, barras y medios de transportación que dan servicio en las áreas turísticas. Desde la semana pasada, los hoteles comenzaron a abrir sus piscinas, a un 25 % de su capacidad, entre 5:00 a.m. a 7:00 p.m. Sin embargo, los gimnasios y los casinos, entre otras áreas, permanecerán cerrados hasta nuevo aviso, según la guía actualizada para la implementación de la Orden Ejecutiva 2020-041. De la misma forma, la orden deja claro que todo aquel huésped que incumpla con la misma está sujeto a una multa de más de $5,000 o seis meses de cárcel. Esto quiere decir, que el personal del hotel debe orientarlo acerca de las disposiciones de la orden. También, desde la semana pasada, se permite el uso del salón comedor de los restaurantes en los hoteles, siempre que la capacidad de los asientos sea igual o menor al 25 %  de la capacidad total de las instalaciones. Se debe reservar con antelación para entrar al salón comedor. 

“El turismo es una actividad que genera miles de millones a la economía, por lo que es necesario comenzar a impulsarlo de forma escalonada y siembre reforzando las medidas de seguridad  para garantizar la salud”, indicó Clarisa Jiménez, presidenta de la Asociación de Hoteles y Turismo (PRHTA, en inglés), en entrevista con El Nuevo Día el pasado 21 de mayo. 

SECTOR AUTOMOTRIZ

Hasta la semana pasada, los concesionarios de autos no estaban autorizados a hacer sus ventas. Esto ha sido un duro golpe a una industria que crea unos 30,000 empleos. Ahora que pueden regresar a sus labores, los concesionarios tienen el gran desafío de vender los autos con el menor contacto posible con el cliente. “En el caso de la venta de autos, el crear un negocio virtual es casi imposible. Al nosotros vender un producto tan valioso, las personas quieren ver el auto, tocarlo, palparlo, montarse y guiarlo. Y el tratar de cambiar esa mentalidad al cliente es sumamente difícil”, comentó Julio Ortiz, presidente del Puerto Rico Automobile Distributors Association (PRADA). “En los pocos días que llevamos operando, se han recibido muchas llamadas de personas interesadas en comprar autos y otros que han hecho cita para atenderlos en el concesionario. Pero, en estos momentos, estamos viendo un poco de resistencia de parte de los bancos, obviamente preocupados porque no saben si esa persona tiene o no trabajo en estos momentos. Por lo que están haciendo un background check mucho más profundo para verificar que esa persona pueda cumplir con los pagos”. 

A pesar de la apertura y el brindar servicios en todas las áreas dentro del concesionario, como ventas, piezas y servicios, las secuelas que dejará la pandemia se comenzarán a reflejar en varias semanas. “Muchos de los concesionarios se acogieron al préstamo federal, pero una vez ese dinero se acabe, tendrán que reevaluar el negocio y hacer sus análisis para determinar si pueden seguir con la plantilla de empleados o si tienen que hacer reducción de personal”, añadió Ortiz, vicepresidente de Caguas Expressway Motors.

EDUCACIÓN

La llegada del COVID-19  coincidió con el fin del semestre académico, tanto en las escuelas, como en las universidades. Muchas estaban listas para continuar con sus clases de forma remota, pero otras afrontaron problemas para concluir el semestre satisfactoriamente. Ahora bien, el comienzo del curso escolar se avecina y todas las instituciones tienen que comenzar a hacer sus ajustes. “El sector educativo tiene un gran dilema y es que, según el Task Force Médico del gobierno, se determinó que el sector de más alto riesgo de contagio es el educativo. Por lo tanto, aquellas escuelas, colegios y universidades que no pudieron hacer la transición a la educación virtual tienen una bien alta posibilidad de perder estudiantes”, comentó José Ledesma Fuentes, presidente de la Cámara de Comercio de Puerto Rico. “Se anticipa que para que las escuelas puedan abrir en agosto, van a tener que tomar medidas de seguridad, de distanciamiento social y pruebas para detectar el virus que van a aumentar sus gastos, pero que tienen que hacer para  ser proactivos en ese proceso de reapertura”. 

ENTRETENIMIENTO

A la cancelación y posposición de eventos, conciertos y obras de teatro, entre otros, se les unió el cierre de cines y locales de máquinas electrónicas y juegos. Las pérdidas económicas en este renglón serán sumamente altas y, al cierre de esta edición, todavía no hay indicios de que vayan a dar el permiso para abrir teatros o salas de conciertos. Eso sí, ante la apertura de templos religiosos e iglesias, son muchas las voces dentro del mundo del entretenimiento que están abogando porque se tomen las mismas medidas de seguridad para velar por la salud de las personas. 

RESTAURANTES

Según información publicada en El Nuevo Día, el pasado 26 de mayo, aunque los restaurantes estaban autorizados a operar en medio de la cuarentena, una encuesta informal realizada por la Asociación de Restaurantes (Asore) reveló que apenas el 60 % prestó servicios, pero limitadamente. A su vez, los que estaban abiertos vieron una baja de 75 % en sus márgenes de ganancia.

“Esta pérdida es un número constante en restaurantes pequeños, medianos y grandes. La prioridad ha sido conservar empleos y mantener una visión de largo plazo que nos permita movernos a una segunda fase”, dijo Marisol Vega Couto, presidenta de Asore. Según números preliminares de la asociación, debido a la pandemia, 16,000 personas en la industria gastronómica podrían perder sus empleos.

Está por verse el efecto que pueda tener la medida de la Orden Ejecutiva 2020-041 que indica que los restaurantes pueden abrir sus salones comedores hasta un 25 % de su capacidad.


 

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