Vulnerable la embarazada ante
el COVID-19

Ante la poca evidencia científica sobre la certeza de que el virus pueda infectar al feto, urge ser más rigurosas con las medidas de seguridad


Por Nabal Bracero, MD, FACOG

El aumento del COVID-19 en Puerto Rico es una realidad. 

Es ital hacer un llamado a toda la población a cuidarse y tomar  las medidas de higiene, distanciamiento físico, salir para lo estrictamente necesario y evitar conglomerados de personas. 

En especial, las personas con condiciones crónicas y mujeres embarazadas deben ser más estrictas en su prevención para evitar el contagio con coronavirus. 

Recientemente, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por su siglas en inglés), catalogaron a las mujeres embarazadas como uno de los grupos considerados de alto riesgo para las complicaciones serias asociadas al COVID-19.

A medida que la pandemia continúa, se recomienda mantener consistencia en el cuidado prenatal y una comunicación constante con el obstetra ginecólogo. Algunas pacientes pueden tener modificaciones a sus visitas con menos encuentros en persona, combinadas con citas por telemedicina. Habla con tu obstetra ginecólogo sobre el plan de parto. En la mayoría de los casos, no es necesario cambiar el tiempo ni el método de parto (parto vaginal o cesárea).  Si además de estar embarazada, padeces de alguna condición crónica, como diabetes o hipertensión, es aún más importante mantenerte orientada sobre tu cuidado prenatal y evitar el COVID-19.

Cómo ha afectado el COVID-19 a las embarazadas

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Algunas mujeres embarazadas con coronavirus han tenido nacimientos prematuros, aunque no está claro si esto se debió al virus. 

Al momento no podemos decir con certeza si el virus puede infectar al feto.  Hace poco se presentaron dos estudios: 

  • El primero, realizado en Francia, sugiere que el virus puede invadir la placenta y de ahí pasar al feto, según los hallazgos clínicos de una madre y su bebé. 

  • El segundo estudio y más representativo de la experiencia alrededor del mundo, se realizó en los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos y refleja que la placenta y el feto están molecularmente protegidos del COVID-19. 

Se fomenta hacer pruebas a todas las mujeres embarazadas asintomáticas como grupo centinela para entender la propagación y comportamiento del virus en la  gestación y en la comunidad en general.

Educarse soluciona la incertidumbre

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Es normal que las mujeres embarazadas y en el posparto sientan temor, incertidumbre y/o ansiedad debido al COVID-19. 

Existen herramientas de apoyo como la aplicación móvil MATERR y el grupo de Facebook, “Maternidad en Tiempos de COVID” de PROGyn que educan a la vez que minimizan la tensión  producida por la incertidumbre actual.  

Es alarmante escuchar de pacientes que intentan dar a luz en la casa con contraindicaciones médicas conocidas para el parto vaginal. A esto, se le suman las complicaciones inesperadas que el coronavirus puede ocasionar en las embarazadas asintomáticas. 

Las mujeres que tienen condiciones crónicas o que han tenido cesáreas previas, no deben arriesgarse en dar a luz fuera del hospital. PROGyn y ACOG recomiendan que el lugar más seguro para dar a luz es el hospital. Incluso, los embarazos más saludables pueden tener problemas con poca o ninguna advertencia durante el parto. 

Si surgen complicaciones, el hospital puede brindarte a ti y a tu bebé la mejor atención de inmediato. Y los estudios han demostrado que los bebés nacidos en el hogar tienen más del doble de probabilidades de morir en el momento del nacimiento que los nacidos en hospitales.

El COVID-19 es una realidad que nos va a acompañar por un buen rato.  

Para obtener la información actualizada diariamente sobre el coronavirus y COVID-19, visita  las redes sociales de PROGyn, ACOG y CDC.

El autor es presidente de PROGyn y Chair ACOG PR Section.


 

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