El Comedor de la Kennedy, una sede de milagros
Presentado por
Fundación Triple-S se enorgullece en apoyarles en su misión
El chef Iván Clemente cree firmemente en los milagros.
El primero, cuenta, marcó su vida con apenas días de nacido. Hijo de una joven adicta, nacido en una cárcel de mujeres, fue adoptado por el capellán de la cárcel y su esposa. Solo el milagro que sus padres pidieron con tanta fe fue capaz de salvar la vida de un bebé que había sido desahuciado.
Pero ese solo fue el primero. El chef Clemente asegura que a lo largo de su vida y en cada momento de necesidad, los milagros han ocurrido para permitirle seguir luchando contra el hambre y la injusticia social.
“Mis padres eran metodistas y me enseñaron a servir”, dice con orgullo y con la admiración que siente por el ejemplo que siempre fueron sus vidas.
Lleva toda una vida luchando contra el hambre y mucho de ese trabajo fue en el extranjero, incluyendo la zona amazónica. “En el Amazonas ayudé a construir cerca de 5,000 casas, escuelas y hospitales, pero no sabía que en Puerto Rico, en mi país, había hambre. A mi regreso descubrí que muchos no tenían acceso a comida y que los más afectados eran los niños y los ancianos”, afirma.
El Comedor de la Kennedy atiende desde hace 10 años las necesidades de alimentación de niños y ancianos. La crisis del COVID-19 ha tenido un impacto tan grande en la seguridad alimentaria de esos grupos, que hoy la organización atiende a una población 2,000 niños y 3,000 ancianos semanalmente.
De ese despertar, surgió hace 10 años El Comedor de la Kennedy, una entidad sin fines de lucro enfocada en ofrecer alimentos a niños y ancianos. La crisis del COVID-19 llevó al chef Clemente y a su equipo a duplicar el número de comidas semanales que ofrecen, y, al momento, atienden a 2,000 niños y 3,000 ancianos. Pero no es solo comida preparada, también entregan una compra para suplementar las necesidades de la población que atienden.
“La gente pregunta de dónde sale tanta comida. El Comedor es una sede de milagros y se dan todos los días. Esto sale de la generosidad de los muchos que nos donan”, asegura el chef. “Esto sale del pueblo. Este país es de gente buena que cree en la bondad y el cariño”.
El Comedor de la Kennedy también apoya a égidas, hogares de ancianos y otras instituciones.
“El Comedor de la Kennedy ha demostrado su capacidad para atender una creciente población que no tiene acceso a alimentos, y en la Fundación Triple-S nos enorgullece poderles apoyar en su misión”, expresó Ivelisse M. Fernández, directora ejecutiva de la Fundación Triple-S.
Cuando se le menciona al chef Clemente la magnitud de la labor que lleva a cabo su organización, su contestación es sencilla.:“Yo solo estoy haciendo lo que hicieron por mí”.