Marihuana sintética, un riesgo para los adolescentes
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Pedro (seudónimo) tiene 17 años. Contó que hace unos meses atrás sintió un alivio efímero que lo distanció de sus principales preocupaciones. La escuela, las peleas en su casa y con su novia se veían cada vez más lejos cuando fumaba un producto que consiguió en una gasolinera por recomendación de unos amigos.
Aunque desconocía los efectos que la marihuana sintética podrían tener en su cuerpo, Pedro se sentía a gusto con su “popurrí”.
Pero pasó algo inesperado para él. Una noche llegó a la sala de emergencias de un hospital sufriendo vómitos, temblores y alucinaciones. Sus padres no sabían que Pedro utilizaba marihuana sintética, aunque lo habían notado “distinto” recientemente. Se había vuelto agresivo.
Al conocer el diagnóstico, Pedro y sus padres buscaron ayuda profesional para trabajar las situaciones que lo llevaron a consumir esta sustancia.
¿Qué es la marihuana sintética?
Los cannabinoides sintéticos, conocidos como marihuana sintética, son un conjunto de hierbas y sustancias químicas artificiales diseñadas para alterar el estado mental del usuario, emulando el efecto del ingrediente activo de la marihuana, indicó el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés).
La marihuana sintética es conocida en la calle como K2, kush, happy hour o popurrí, entre otros nombres, afirmó el psiquiatra Ángel Martínez, especialista en niños y adolescentes del Hospital Panamericano. Está prohibida por la Ley 154 y clasificada bajo la Categoría I de la Ley sobre Sustancias Controladas de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), por lo que es ilegal vender, comprar o poseerla. No obstante, la sustancia se sigue vendiendo a menores, incluso en negocios legales.
Elba Hernández, enfermera educadora del Centro de Control de Envenenamiento, indicó que del 2012 al 2017 se han reportado a la organización 44 casos de exposición a marihuana sintética.
Ese número solo toma en consideración las llamadas efectuadas al Centro de Control de Envenenamiento, debido a que no existe una ley que exija a los médicos notificar casos de exposición. Hernández sostuvo que la realidad podría ser mayor.
Los efectos de la marihuana sintética
El fin principal del uso de esta sustancia es experimentar un estado anímico elevado o relajado, pero los efectos son variantes e impredecibles.
De igual manera, el impacto de la marihuana sintética incluye ansiedad, distorsión en la percepción de objetos y circunstancias, delirio, paranoia, alucinaciones e ideación suicida, explicó el psiquiatra. “Los padres o cuidadores usualmente traen a sus hijos cuando algunos de estos efectos están presentes, aunque no conozcan la causa. Sin embargo, deberían reconocer los síntomas más comunes para buscarle la ayuda necesaria a su familiar”, contó.
En mayor riesgo las personas jóvenes
Los grupos que están en mayor riesgo son los adolescentes, aunque jóvenes adultos también experimentan con estas sustancias.
“Las razones son las mismas que frecuentan al consumir cualquier otra droga: curiosidad, placer, presión de grupo, estrés y ese creciente interés de querer sentirse más adultos”, abundó el doctor Martínez. “Estos problemas persisten por más tiempo aun cuando dejan de utilizarlo. Semanas y meses después todavía reportan problemas marcados”, comentó.
El especialista en salud mental recomendó tener una comunicación abierta y transparente entre padres e hijos.
“Es importante identificar su uso, tener en mente los cambios en la conducta que presenta el joven. Si el adolescente tiene cambios en ánimo, conducta o tiene amistades que presenten estas señales, es importante que se levante la sospecha y se haga una evaluación con un profesional de la salud mental”, añadió el doctor Martínez.
Qué hacer si tu hijo o hija consume marihuana sintética
Existen alternativas para manejar el impacto del uso de la marihuana sintética en los adolescentes. Durante una evaluación comprehensiva del paciente dirigida por un profesional de la salud, se puede identificar el uso de la marihuana sintética y desarrollar un plan de tratamiento individualizado, afirmó el doctor Martínez.
“En muchas ocasiones llegan desorientados y psicóticos, por lo que se les hacen estudios para descartar otras condiciones que puedan causar el conjunto de síntomas que presenta el paciente. Si a ese nivel no presentan problemas, es bandera para que el trabajador social y el psiquiatra exploren la posibilidad del uso de marihuana sintética”, expresó Jennifer Torres, directora de Enfermería del Hospital Panamericano.
A través de la institución de salud mental, se trabaja un proceso de entrevistas y terapias con consejeros especializados que tratan directamente con el daño que está provocando esta sustancia al paciente, así como las situaciones que propiciaron su uso.
“Tenemos trabajadores sociales y psicólogos que ofrecen terapia de familia al tercer día. Se hace una comunicación personal donde se le explica a la familia del paciente cuál es el tratamiento y por qué se le da”, dijo Torres.
Cada paciente y familia sale con herramientas y destrezas para promover la abstinencia de la marihuana sintética y referidos para seguimiento con profesionales como psiquiatras, psicólogos y consejeros.
Al igual que el doctor Martínez, la directora de Enfermería del Hospital Panamericano enfatizó en la importancia de cultivar un diálogo transparente entre familiares para resolver conflictos a tiempo.
“El bullying, el acoso en el trabajo, la ansiedad, la depresión, el estrés, la presión de grupo… son muchas cosas. Es preocupante porque estamos hablando de nuestro futuro como país, nuestros jóvenes. Tenemos que alertarnos y ayudarlos a salir adelante”, puntualizó Torres
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