Veroshk Williams: sobrellevar su dolor la motivó a ayudar a otros
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Tras una niñez tormentosa, esta psicóloga y astróloga dedicó su vida a buscar respuestas para el sufrimiento emocional
Los golpes que la vida le puede dar una persona Veroshk Williams los recibió muy temprano. A sus cuatro años vio morir a sus dos padres a causa del virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Experimentar ese dolor siendo tan pequeña hizo que tuviera una niñez complicada y llena de preguntas.
A diferencia de otros, que guardan buenos recuerdos, para Veroshk entrar a kínder significó comenzar a sufrir las burlas por ser la única niña negra en un colegio predominantemente blanco, de no tener padres y de vivir con su abuela, una mujer blanca. Contar de dónde venía era “raro”, o mejor dicho, nada fácil explicarlo en una época llena de estigmas contra las personas que padecían de ese virus. Todas esas vivencias despertaron su interés en entender el sufrimiento humano.
En busca de respuestas
“¿Por qué suceden situaciones horribles? ¿Cómo la gente las sobrelleva?” Se cuestionaba constantemente.
Más de uno ha buscado este tipo de respuestas en libros; Veroshk no fue la excepción. Ya a sus nueve años había leído El diario de Ana Frank. También se interesó en conocer acerca de la espiritualidad. A sus 16 años había visitado muchas iglesias de distintas religiones. Paralelamente, Veroshk era muy buena en ciencias.
“Me gustaba hacer experimentos con cerebros de ratas porque –en esa búsqueda de respuestas– quería saber cómo funciona el cerebro”, recordó.
El interés en la psicología
Así que optó por estudiar biología en la Universidad de Cornell, donde tomó un curso de desarrollo humano y “eso fue amor a primera vista con la psicología”.
Estaba decidido; ella quería ayudar a las personas con su salud mental sin importar lo que pasaran, porque pensaba que sí se podía estar bien. Luego de culminar su bachillerato y trabajar en investigaciones psicológicas por dos años, se dio cuenta de que a la psicología la hacía falta algo más.
Trazando su propia ruta
Decidió regresar a Puerto Rico. Una vez en la isla, visitó a una astróloga que la exhortó a leer más sobre esta ciencia. No había nada más que pensar; tomó un avión y viajó a Colombia a estudiar astrología.
“Esa fue la pieza que me hacía falta para completar el entendimiento, para poder dar con herramientas concretas. La psicología es bien amplia y bien general, muchas veces no atiende las necesidades puntuales de una persona. Yo soy muy buena en matemáticas, y la astrología es cálculo y estadística, es análisis de probabilidades para identificar quién puede ser esa persona o qué necesita cambiar en su vida y así se encuentran soluciones permanentes a los problemas”, explicó la psicóloga clínica y astróloga.
El próximo paso en la vida de Verosk era terminar un doctorado en psicología. Lo logró. Ahora, a sus 35 años, tiene su clínica en la que se dedica a la consultoría astrológica y psicológica. También une la yoga, hipnoterapia y acupuntura y, con otros profesionales, determina los tratamientos que sus pacientes deben hacer. La recepción ha sido excelente.
Sin embargo, las críticas y burlas de su niñez no quedaron en el pasado. A través de las redes ha visto la resistencia de parte de grupos que niegan la astrología como una manera de sanar.
“También por mi cabello afro y mi raza negra se me ha desprestigiado como doctora”, reconoció.
Pero nada de esto impedirá que Veroshk continúe enfocada en ayudar a otros y que viva –y ayude a vivir– a su manera.