"Ya sea porque muchas migrañas empiezan con la menstruación, otras comienzan justo antes de la menopausia, y algunas empeoran con el embarazo, el estrógeno juega un rol importante en la migraña y ayuda a explicar por qué hay casi un doble de prevalencia de migraña en mujeres que en hombres. Se habla de un 6 % de hombres que la padecen, en comparación con un 12 % a un 15 % de las mujeres”, detalló el galeno.
De otro lado, variables como la obesidad y ciertos alimentos —embutidos, quesos y comidas con tintes y otros preservativos— pueden dar paso a la migraña.
Lo mismo sucede con padecimientos crónicos previos, como dolores musculares. "Si la persona tiene un espasmo en el cuello, como parte del dolor, puede ocurrir una irritación en los vasos sanguíneos del cerebro y, consecuentemente, una migraña”, señaló el experto.
Necesario un diagnóstico certero
Para que se dé un diagnóstico de migraña, el dolor de cabeza, acompañado de náusea o vómitos, tiene que ser recurrente; no una o dos veces al año, sino seis ataques o más dentro de unos seis meses. La dificultad en identificarla, detalló el médico, estriba tanto en la variedad de dolores de cabeza existentes como en el tiempo que se toma reconocer sus síntomas.
Las migrañas pueden ser episódicas —una o dos veces al mes, relacionadas con la menstruación, con cambios en el medio ambiente o por comidas— o crónicas, que ocurre cuando se padece más de quince días en un mes, aclaró el doctor Schenk.